17 abril, 2015

CUMPLIR LAS NORMAS


Vivir en sociedad conlleva una serie de normas de conducta que todos estamos obligados a acatar, es algo fundamental para el buen desarrollo de nuestras vidas y nadie se debe saltar esas normas a la torera, aunque esto suele ocurrir con mucha frecuencia y delante de nuestras propias narices.

Es lo que ocurre todos los fines de semana y días festivos en la calle Eslora de Mazagón, conocida popularmente como la  Calle del Negro, una calle en la que está prohibido el tráfico de vehículos a motor, los sábados, domingos y festivos, desde las 13.30 h. hasta las 2:00 h, considerándose calle peatonal para que los clientes de los bares de esta calle puedan disfrutar del aperitivo en las terrazas con total seguridad, sin exponerse a sufrir un accidente.

Sin embargo, no es raro ver a cualquier hora de esos días señalados, cómo algunos ciudadanos infringen esas normas básicas de convivencia y aparcan sus vehículos en sitios prohibidos, con el objeto de no tener que perder el tiempo en buscar un aparcamiento, y así tenerlos más cerca de los bares a la hora de irse.

Se advierte de esta prohibición con una valla colocada en el centro de la entrada de la calle, y con un cartel en la acera de la izquierda, que hace referencia a los días de la prohibición y a la franja horaria. Pero estas personas hacen caso omiso de las señales y aparcan sus motos dentro de la calle, causando un trastorno a los que disfrutan de su estancia en las terrazas, y siendo un peligro para los niños que juegan en la calle, ya que pueden tocar un tubo de escape inconscientemente y quedarse pegados con el calor.

Luego están los coches que aparcan en la entrada de la calle, impidiendo el acceso a ella de algún vehículo de emergencias: ambulancia, bomberos, etc. Se han dado casos en los que la ambulancia no ha podido pasar por estar los vehículos estacionados en la entrada a la calle y han tenido que acceder por otro lugar, con la consiguiente pérdida de tiempo que ello supone.

Con esta denuncia se pretende sensibilizar a los usuarios de esta calle para que no hagan un mal uso de ella, y dar un toque de atención a las autoridades municipales para que obliguen a cumplir las normas a estos infractores. Que esta sociedad sea mejor, es cosa de todos.

José Antonio Mayo Abargues