26 mayo, 2015

Moguer renovó un año más su centenaria devoción a la Virgen del Rocío

Camino centenario de Moguer
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Moguer ha iniciado esta mañana su camino de vuelta, tras asistir ayer a la multitudinaria procesión de la Blanca Paloma que visitó la sede de los rocieros moguereños poco antes de su recogida. La devoción, la alegría y la solidaridad están marcando la peregrinación de este año.
Nueva directiva de la filial
La directiva de la filial que preside Paco Cruz ha afrontado con gran emoción y responsabilidad su primer Rocío, en el que de nuevo la hermandad de Moguer ha hecho gala del empaque y la solera que la convierten en una de las más importantes de cuantas acuden cada año a postrarse ante la reina de las marismas.
El momento más esperado por los rocieros moguereños fue sin duda la llegada a las puertas de su casa-hermandad de la Virgen del Rocío, momentos antes de su regreso a la ermita tras recibir el cariño y la devoción de cientos de miles de personas.

La Virgen junto a la Hermandad de Moguer
Tras el salto de la reja, que se produjo en torno a las 3 de la madrugada, la Blanca Paloma recorrió las calles de la aldea a hombros de los almonteños, en una de las procesiones más brillantes y hermosas que se recuerdan. Tras 9 horas de recorrido la Virgen llegó por fin a las puertas de la filial moguereña, donde aguardaban cientos de romeros, entre ellos los miembros de la directiva que encabeza Paco Cruz y los mayordomos del Rocío 2015, la familia Cadena Ledesma, que emocionados se encontraron frente a frente con la Patrona de Almonte tras un año de espera.
El alcalde Gustavo Cuéllar presidió una representación del consistorio local que asistió también a este emocionante encuentro de los rocieros moguereños con la Blanca Paloma.
Emoción en los rostros
Tras disfrutar de la última jornada de convivencia, la hermandad del Rocío de Moguer ha iniciado esta mañana el camino de vuelta a casa con la emoción y la alegría presentes en los cansados rostros de los peregrinos, que han renovado con orgullo una tradición que se remonta en el tiempo más de cuatro siglos.
Los hermosos parajes por los que discurre el Camino de Moguer en el entorno de la Rocina, acompañan a la hermandad en el primer tramo de regreso que finaliza con la parada en Pino Gordo donde pernoctarán los rocieros, 'cansados pero contentos', en una velada entrañable, mucho menos bulliciosa que la del camino de ida, pero quizás por ello más sentida y profunda.
Ya mañana miércoles, en torno a las 20.00 horas, está prevista la entrada de la comitiva rociera por el cruce de los Hornos, realizando a continuación el recorrido de despedida hasta que el carretón que porta el Simpecado de plata, regrese a su sede de la plaza de la iglesia, poniéndose así colofón a un Rocío 2015 que hasta el momento está resultando brillante.
El hermano mayor Paco Cruz ha agradecido 'la gran labor' de la familia Cadena Ledesma como mayordomos de este año, y la colaboración de todos los rocieros, que han hecho posible que la primera peregrinación que afrontaba su junta directiva, se esté desarrollando en un gran ambiente de hermandad que no olvidará nunca.