21 mayo, 2015

MOGUER SE VA AL ROCÍO CON UNA ESPECTACULAR COMITIVA DE CARROS, JINETES Y ROMEROS

Presidencia de la comitiva rociera de Moguer
Más de 3.000 personas, un centenar de carros y charrets, y más de doscientos caballos enjaezados componen la espectacular comitiva rociera de la hermandad filial de Moguer, que se ha puesto en marcha esta mañana al encuentro con la Blanca Paloma siguiendo una tradición de más de cuatro siglos.  

La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Moguer, cuarta en antigüedad entre las filiales de la Matriz almonteña, y una de las de mayor solera de cuantas peregrinan a la multitudinaria romería de Pentecostés, ha iniciado esta mañana su camino hacia el coto, entre sonidos de cohetes, piropos y canciones dedicadas al espectacular Simpecado de la hermandad. 
Miles de peregrinos con el Simpecado
Ya en la noche de ayer se realizó el tradicional traslado del carretón con el Simpecado desde la sede de hermandad en la plaza de la Iglesia, hasta el domicilio de los Mayordomos del Rocío 2015, la familia Cadena Ledesma, que ofreció una copa al pueblo de Moguer, que asistió masivamente a este acto con el que la ciudad del poeta despide al símbolo de su devoción rociera.
Tras la misa de romeros oficiada por el párroco José Manuel Raposo, poco antes de las 9 de la mañana de hoy se ponía en marcha la hermandad del Rocío de Moguer, encabezada por la nueva directiva que preside Francisco Cruz, el alcalde de la ciudad Gustavo Cuéllar y los Mayordomos de la romería.
Los bueyes de la familia Cascarilla, que con su espectacular estampa y la magnífica doma que han recibido, son capaces de arrodillarse en una de las imágenes más singulares de la peregrinación moguereña, portan un año más el Simpecado, al que rodean desde primera hora de la mañana cientos y cientos de peregrinos.
Despedida de la Patrona
Decenas de carros tradicionales y charrets, algunos de ellos con un tiro de hasta 8 animales, así como tractores y todoterrenos hasta un total de un centenar de vehículos, forman una comitiva que abren tras el estandarte de la hermandad, más de 200 caballos enjaezados.
Tras las emotivas paradas del carretón ante el convento de las Hermanas de la Cruz o el Ayuntamiento, por citar solo algunas, donde el Simpecado ha recibido innumerables muestras de devoción de los moguereños, traducidas en piropos, cantes, ofrendas florales y lluvia de pétalos, los rocieros de la ciudad del Tinto se encaminaron hacia la ermita de Montemayor, donde se realizó la primera parada para despedirse de la Patrona entonando una salve.
A partir de ese momento, la hermandad del Rocío de Moguer se adentra en las arenas del ancestral camino por el que peregrinan los moguereños ante la Blanca Paloma desde hace más de 400 años, un camino que recorre algunos de los parajes más hermosos del entorno de la Rocina, y que tiene en la noche del Pino Gordo uno de sus momentos más emotivos y multitudinarios.
Espectacular Simpecado moguereño
Antes, la comitiva habrá parado para almorzar junto a la peana de El Milanillo, adonde se desplazan también muchos vecinos para compartir la alegría y la emoción del camino con los peregrinos rocieros.
Para facilitar la pernoctación de la hermandad en Pino Gordo, el Ayuntamiento de Moguer ha realizado el acondicionamiento, limpieza y fumigación del paraje, encargándose también los operarios de la empresa Emvisur del montaje de una treintena de casetas para que puedan pasar la noche tanto los peregrinos moguereños como los Mayordomos 2015 así como la hermandad de Barajas que peregrina desde hace años con la filial moguereña. También desde la Fundación Municipal de Cultura se han instalado varios módulos de aseos químicos para el uso de los rociero, mientras que la agrupación local de Protección Civil se encarga de acompañar en todo momento a los peregrinos realizando tareas de comunicación, y contando también con medios para el posible traslado de enfermos o accidentados.
Tras la emotiva noche de hoy en Pino Gordo, en la que se desborda la emoción de los peregrinos moguereños que viven esas horas en un ambiente de espectacular hermandad y alegría, al despertar el alba se pondrá de nuevo en marcha la comitiva tras la misa de campaña, recorriendo los últimos kilómetros de su camino, haciendo su entrada en el real del Rocío en torno a las 15 horas por la calle Moguer, que el pasado año recuperó su denominación para reivindicar la impecable y centenaria trayectoria de una hermandad filial que ha sido ejemplo de devoción, señorío y empaque desde hace más de 4 siglos.
Como sucede cada Rocío, los moguereños sentirán la emoción desbordante de postrarse ante la Blanca Paloma cuando en su presentación oficial de la mañana del sábado, los bueyes del Simpecado se arrodillen ante la Virgen, y sobre todo, cuando la Reina de las Marismas visite su casa-hermandad situada a escasos metros de la ermita, momentos antes de que la Virgen regrese a su altar tras su triunfal recorrido por la aldea en la mágica mañana del Lunes de Pentecostés.