18 noviembre, 2014

EL PUERTO DE MAZAGÓN CAMBIA DE PIEL


La masificación del puerto obliga a los barcos a abarloarse haste en tres o cuatro filas
La Agencia Pública Puertos de Andalucía, propietaria del puerto deportivo de Mazagón fue siempre contraria a la utilización de este puerto por parte de los pescadores de Mazagón y Palos, argumentando que las operaciones pesqueras limitan el desarrollo de un puerto concebido como instalación específicamente recreativa, impidiendo potenciar el turismo en la localidad.

Ante la continua presión de los pescadores reivindicando la utilización de este puerto, la Agencia Pública Puertos de Andalucía cede y firma un convenio en julio de 1996, permitiendo el uso provisional y, un tanto marginal, de estos pescadores en el muelle adosado al dique de abrigo. Unos años más tarde, en enero de 2001, una resolución de la Dirección General de Pesca y Acuicultura, publicada el 12 de septiembre 2012 en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía Nº. 179,  autoriza la descarga de pescado en el muelle del dique de este puerto.                                        

La Agencia Pública Puertos de Andalucía ha reconocido este año que la actividad que más empleo genera en los puertos es la pesquera, y por tanto, considera imprescindible su apoyo y promoción mejorando sus instalaciones. Y así se recoge en el borrador del Plan de Puertos 2014-2020 que la Consejería de Fomento y Vivienda, de la que depende Puertos de Andalucía, presentó en Huelva el pasado mes de junio a los colectivos interesados. Este borrador contempla varias actuaciones para el puerto de Mazagón, entre las que se encuentran nuevas zonas de fondeo, adaptación del muelle, ampliando la zona de descarga, y la construcción de cuartos de redes —actualmente en construcción—, una vieja reivindicación de los pescadores.

Pescadores cosiendo redes en el puerto de Mazagón
Desde hace algunas semanas toda la zona del dique de abrigo está dedicada a las faenas del sector pesquero, a excepción de un espacio reservado a la Inspección Pesquera, Salvamento Marítimo y otros profesionales del puerto, permitiendo pues, el atraque de todos los barcos pesqueros.

El elevado precio del combustible, uno de los mayores problemas que afectan a este sector, y que supone el 80% del gasto total de un barco, obliga a las flotas pesqueras de otros puertos del litoral onubense a utilizar el puerto de Mazagón para ahorrar combustible y hacer sostenible su actividad. Esto ha traído consigo la masificación del puerto, que no tiene atraques suficientes para todos los barcos, teniéndose que abarloar hasta en tres o cuatro filas, ocasionando problemas para la descarga e impidiendo a los que quedan por la parte interior salir a faenar cuando lo deseen. Esta situación ha provocado un lógico malestar entre los pescadores de Mazagón y Palos, que después de tantos años luchando para conseguir un auténtico puerto pesquero, ahora se encuentran que al llegar al puerto no tienen atraque. «Estamos peor que antes, esto no hay quien lo aguante. Cuando llegamos al puerto nos tenemos que abarloar a otos barcos para poder descargar. Este puerto no tiene infraestructura para tantos barcos», comenta muy indignado un pescador de Palos.

Como esta nueva actividad del puerto de Mazagón exige un control de las capturas que se descargan, la Policía Portuaria ha instalado un módulo portátil en la entrada a la zona de atraques, desde donde ejerce un “control” del tráfico de pescado que sale hacia la lonja de Huelva. Por un lado los agentes controlan el peso del pescado que sale, ya que  la tarifa del atraque va en función del peso de las capturas; y por otro lado se encargan de emitir el obligado documento denominado “Conduce”, un carné de identidad del pescado para poder ser transportado a la lonja.

Este proceso de adaptación por el que está pasando el puerto conlleva cierto desorden y algunas situaciones incómodas entre pescadores y transportistas, pero es bien seguro que dentro de poco todo se normalizará y Mazagón tendrá el puerto pesquero que todos deseaban.

José Antonio Mayo Abargues
VER EN OTROS MEDIOS