15 marzo, 2014

LA RIQUEZA NATURAL DE MAZAGÓN ESTÁ EN PELIGRO

El Tomicus destruens, también llamado Barrenillo del pino, sigue atacando a los pinos de Mazagón.
Pino enfermo en la avenida de los Alcores

En enero de 2012 se publicó en la web www.mazagonbeach.com, y en el periódico Huelva Información, un artículo sobre la plaga de este coleóptero que está invadiendo los pinares de Mazagón. El objetivo de estas publicaciones no era otro que el de informar sobre la muerte de numerosos pinos piñoneros por esta enfermedad y sensibilizar a la opinión pública y a las autoridades competentes sobre el problema que se nos venía encima. Pero dos años después la situación es idéntica y nada ha cambiado.

Nuestro mayor patrimonio natural está en peligro por el Barrenillo del pino, que no es detectado hasta que no causa sus primeros efectos. El Barrenillo ataca principalmente a pinos enfermos o debilitados por la oruga Procesionaria, que provoca defoliaciones en los pinos, abriendo un camino fácil para el acceso del Barrenillo.

Estos insectos son de color negro y tienen una longitud de 4 a 5 mm. Su ciclo biológico pasa por los estados de huevo, larva, pupa y adulto Es una especie monógama, siendo la hembra la que lleva la voz cantante en la colonización del pino, haciendo un orificio de penetración donde se produce el apareamiento. La hembra hace el trabajo fino, labrando la galería, mientras que el macho se encarga de sacar los escombros, es decir, retira el serrín hacia el exterior y vigila en la puerta para que la resina que segrega el pino no tapone la entrada de la galería.

La hembra pone entre 25 y 45 huevos, en unas pequeñas celdas a ambos lados de la galería, y veinte días después salen las larvas, que se alimentan de los tejidos vivos del pino, rompiendo los vasos conductores de la savia y originando su muerte.

El pino tuvo que ser talado para evitar la propagación de la plaga
Los primeros síntomas del ataque del Barrenillo son la decoloración o el secado de las ramas, o la presencia de grumos de resina amarilla en el tronco. Si el ataque ha tenido lugar en las ramas, la afección repercutirá solo en su crecimiento y es posible que llegue a recuperarse, pero si es en el tronco, la enfermedad es terminal y el pino se secará rápidamente y morirá.

Para que la enfermedad no se propague a los pinos próximos hay que talarlo de inmediato y quemarlo. Contra esta plaga no hay tratamientos químicos eficaces, ya que este insecto vive la mayor parte de su vida dentro del árbol, donde estos productos no pueden llegar; aunque se han realizado estudios experimentales, obteniendo buenos resultados en el entorno de zonas infestadas para capturar al insecto y evitar la propagación. Consiste en colocar trampas con cebada, ligada con a-pineno y etanol, en un recipiente que se recoge cada quince días. Al parecer, esta medida es bastante eficaz y tiene un mínimo impacto sobre la fauna depredadora.
   
Para frenar esta plaga y tratar de erradicarla, es necesaria una implicación seria de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en toda la masa forestal, incluidas las parcelas privadas. La riqueza natural de Mazagón está en peligro.

José Antonio Mayo Abargues
                              HUELVAYA - HUELVAHOY - HUELVA24