08 septiembre, 2017

Maíllo reclama una “presencia permanente” de la Comisión Europea en Doñana para “contrastar sobre el terreno” la situación del Parque


El coordinador de Izquierda Unida en Andalucía, Antonio Maíllo, y la eurodiputada Paloma López han reclamado este viernes en Bruselas mayor implicación de la Comisión Europea en los problemas que amenazan la supervivencia del Parque Nacional de Doñana, estableciendo una “presencia permanente” de los técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente, que puedan “contrastar sobre el terreno la situación real”.
                                            
En una rueda de prensa en el Parlamento Europeo, Maíllo y López han dado cuenta del resultado de la reunión que mantuvieron el jueves por la tarde con el director general de Medio Ambiente de la Unión Europea, Daniel Calleja. Un encuentro en el que “queríamos transmitirles el valor de Doñana y los peligros que afectan al parque desde hace muchos años”. El más reciente, el incendio del pasado verano que afectó a cerca de 8.500 hectáreas del Parque Natural, pero también las graves consecuencias “de la sobreexplotación de los acuíferos”, así como “la total oposición al proyecto de extracción, transporte y almacenamiento de gas de la empresa Gas Natural”.

El planteamiento principal es que si bien la Dirección General de Medio Ambiente sigue la situación de Doñana, y “de hecho tiene varios procedimientos de infracción e investigaciones abiertos tanto por los acuíferos como por el proyecto de Gas Natural”, es “indispensable” que la supervisión del Parque trascienda “los meros procedimientos administrativos”. Por ello, “hemos pedido claramente que haya una evaluación in situ y que los funcionarios de la Comisión Europea estén de forma permanente en Doñana para comprobar que los datos que reciben tanto del Gobierno de España, como de los diferentes colectivos y organizaciones, se corresponden con lo que está pasando sobre el terreno”, ha explicado Maíllo.

Para el coordinador de IU Andalucía, “es fundamental una evaluación de contraste”, porque “la principal amenaza es que no se analice si hay diferencias entre los datos y la realidad”. “Hace falta un extraordinario celo de conservación y debe haber todo el apoyo” de las instituciones comunitarias “para la regeneración, tanto de los acuíferos, como para la reforestación de la zona quemada”.

Sobre el incendio, en la reunión se puso sobre la mesa el diálogo que hay abierto entre los diferentes Estados miembros para poner en marcha “una directiva marco sobre reforestación”. Para Maíllo, “se tiene que abordar con carácter integral un marco de buenas prácticas” para la recuperación de espacios afectados por incendios, “para que no suceda como precisamente sucedió en Doñana, que en los años del franquismo se reforestó con pino y eso, en lugar de evitar la propagación del fuego, lo que hizo en el incendio de junio fue avivarlo”.

En el caso de Doñana, señaló, “es un espacio de bosque mediterráneo fácil de regenerar, pero donde deben implantarse especies vegetales que hagan una labor ignífuga en un periodo de sequía como este y como otros que vendrán”.

Maíllo ha insistido en que “no basta con la actuación formal de los procedimientos administrativos”, porque “Doñana se muere si no tiene control y supervisión”, por lo que ha deseado que la Comisión Europea “sea sensible a una normalización de las visitas que forme parte de la rutina de los técnicos de la Dirección General”. Y no sólo, sino que el coordinador de IU Andalucía ha recalcado la importancia, también, de que la Eurocámara apruebe la visita de los eurodiputados miembros de la comisión de Peticiones tal y como propuso la portavoz de la delegación en Bruselas, Marina Albiol, en mayo, cuando Izquierda Unida Huelva registró una denuncia sobre el proyecto gasístico.

Por su parte, López ha señalado que desde Izquierda Unida en el Parlamento Europeo “vamos a seguir insistiendo en nuestro trabajo y en nuestra presión tanto a la Comisión Europea como en la comisión de Peticiones para que se adopten medidas urgentes y Doñana vuelva a ser el espacio natural que nunca debió dejar de ser”. “Hay que romper el silencio, como dice Antonio. No vale con estar callados, sino que hay que hablar de Doñana para que se conozca cómo está y así seguiremos haciéndolo”, recalcó.