31 julio, 2016

HISTORIAS DE LOS MARINEROS PALERMOS EN EL BUQUE ESCUELA JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO (V)

 JOSÉ RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ

Navegó con el rey don Juan Carlos I en el XXX Crucero de Instrucción en 1958

José Rodríguez Rodríguez, el Portugués.

José Rodríguez Rodríguez, el Portugués, hijo de Francisco Rodríguez Surita y de Manuela Rodríguez, nació en Palos de la Frontera (Huelva). Empezó trabajando en la agricultura; y en 1950, su padre le concede un permiso avalado por dos testigos para obtener la cartilla de embarque en la Comandancia de Marina de Huelva y poder dedicarse a la mar.

En 1957 es llamado a filas por la Armada, embarcando poco después en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, como marinero de reemplazo. El 10 de enero de 1958 el Elcano sale de San Fernando (Cádiz) para realizar el XXX Crucero de Instrucción, al mando del capitán de fragata don José Ramón González. Entre los guardiamarinas que embarcaron para realizar este crucero figuraba el rey don Juan Carlos I (entonces príncipe), un joven sencillo, cercano, bromista y muy integrado en la tripulación de aquel crucero.

Cuentan que don Juan Carlos, a bordo del Elcano era un guardiamarina más, que hacía las guardias que le correspondían, subía a los palos y dormía en un compartimento con setenta compañeros, además de recibir los mismos arrestos que los demás. Pero cuando llegaba a puerto era el centro de atención de todos y estaba obligado a asistir a todas las fiestas y recepciones que se organizaban en su honor; cuando a él lo que le gustaba era estar con sus compañeros y seguir siendo un guardiamarina más.

El itinerario del trigésimo Crucero de Instrucción de este buque fue el siguiente: Las Palmas, Ciudad Trujillo (hoy Santo Domingo), Colón, Balboa, Callao, Cartagena de Indias, Norfolk, Annápolis, Dublín, Brest, y finalmente Marín, dando por finalizado el crucero el 12 julio del mismo año.

Don Juan Carlos no llegó a realizar el crucero completo, ya que se tenía que incorporar con la siguiente promoción para realizar prácticas en los buques minadores, por lo que desembarcó en Annápolis para regresar a la Escuela Naval.

Autorización paterna para poder sacar la cartilla de embarque.

         Al regreso de la mili, José Rodríguez se enroló en un pesquero de altura que faenaba por las costas de África, consiguiendo sacar el título de Patrón Mayor. En el sector de la pesca estuvo trabajando casi toda su vida, pues una vez que decidió quedarse en tierra encontró trabajo en la lonja de Huelva, como pocero, que es el hombre que en tierra se encarga del atraque y otras cuestiones, como el transporte del pescado desde el barco hasta la lonja. Dados sus amplios conocimientos del mundo de la pesca, la empresa “Mariscos Rodríguez” lo contrató durante un tiempo, pero al final decidió volver a la lonja, jubilándose a los 53 años. José disfrutó de su jubilación hasta que se embarcó en la nave que nunca ha de tornar —como definió Antonio Machado a la muerte—, ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos del mar…

Este artículo fue publicado en el periódico Palos Punto Cero en junio de 2016

José Antonio Mayo Abargues

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