16 julio, 2018

RECORDANDO EL PASADO. El vapor "Carpio" hundido en Arenas Gordas

En el fondo del mar
El Isleño

Palma de Mallorca, 29 de marzo de 1895

Hé aquí en qué términos describen desde Santander el naufragio del vapor Carpio:

         —Salió el Carpio de Bonanza —dicen—, cuando aún no tenía el huracán toda la fuerza que después alcanzó; al mismo tiempo zarparon otros dos buques que volvieron de arribada.

         El Carpio no pudo hacer lo propio, y sin duda buscando algún abrigo, se arrimó a Arenas Gordas, donde está perdido.

         Hace pocos días, un pescador practicó un reconocimiento en aquel sitio, el primero que se ha hecho. El patrón de pareja apodado El Pericana, fué el que corriendo el arte, se le agarró éste al Carpio y entonces realizó sondeos.

         Se cree que continúan dentro del barco los 18 tripulantes y una madre y tres hijos, á quien por caridad se les dió pasaje gratis desde Bonanza á Huelva. El mar no ha arrojado cadáveres y resulta raro, porque el buque está muy cerca de tierra.

         De efectos del Carpio solo han arrojado las olas los gemelos del capitán y algunos panes de cera.

         Está sumergido a doce brazas de agua: en la bajamar se ven los tres palos del vapor. Muchos creían que se trataba del Regente, pero como se sabe, éste no tenía más que dos palos, los cuales tampoco pueden confundirse con los de un barco mercante.

         Muy pronto deben empezar los trabajos para reconocer el casco y sacar si es posible los cadáveres, que estarán sin duda en el interior.

         El Carpio está en un banco de arena, de donde no pueden salir los buques que tocan en él, porque con el peso se hunden. Dista de tierra seis millas y más de 15  de Sanlúcar.

         Los gemelos del capitán del Carpio son magníficos y habían sido regalados á dicho señor por el Gobierno francés en testimonio de gratitud por haber salvado el bravo marino la tripulación de un buque de aquella nación, que se encontraba en altamar en inminente peligro.