Parque infantil del paseo marítimo de la urbanización El Vigía, en Mazagón // José A. Mayo
José Antonio Mayo. Mazagón Beach
20/10/25. En una
sociedad madura, el civismo no debería ser algo sorprendente, ya que se trata
simplemente de cumplir con las reglas fundamentales de respeto y convivencia,
tanto con los demás como con nuestro entorno. Es el reflejo de la
responsabilidad que todos tenemos con el bienestar colectivo, un valor que debería
ser una parte natural de nuestra vida cotidiana.
Sin embargo, cuando ese
civismo trasciende lo habitual y se convierte en un ejemplo a seguir, al menos
merece ser reconocido. En tiempos donde la indiferencia parece reinar, esos
actos cívicos —por muy pequeños que sean— nos recuerdan que la responsabilidad
y el respeto mutuo son la base de nuestra vida en sociedad.
Ese reconocimiento lo
merecen los vecinos y usuarios del parque infantil del paseo marítimo de la
urbanización El Vigía, en Mazagón, una instalación que fue construida en el
verano de 2021 y que, a día de hoy, se conserva en un estado impecable. Su
mantenimiento ejemplar, pese a estar situada en una zona de gran afluencia
hacia la playa, demuestra que cuando existe conciencia colectiva, el espacio
público puede preservarse como un lugar de disfrute y convivencia para todos.