Los menores hospitalizados y sus familias cuentan con un nuevo espacio al aire libre para disfrutar y recuperarse
El Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez ha vivido hoy un momento muy especial con el izado de la bandera del Patio del Amor, que pone el broche final a las obras de este espacio tan esperado. Esta emotiva celebración marca el comienzo de una nueva etapa llena de diversión y esperanza en la Unidad de Pediatría, con un patio renovado, pensado para el bienestar de las familias, que invita al juego, la imaginación y la alegría de los niños y niñas hospitalizados.
El encuentro ha reunido a una amplia representación de la sociedad onubense, cuya implicación ha sido clave para hacer posible este proyecto tan querido. Entre los asistentes se encontraban Francisco Rebollo, hermano mayor de las Tres Caídas; Aurelio Cazenave, arquitecto de URBANZ; Ángeles Sánchez, directora de la Fundación Atlantic Copper, en nombre de las empresas patrocinadoras; David Toscano, presidente de la Diputación de Huelva; Manuela Caro, delegada territorial de Sanidad, Presidencia y Emergencias; y Pilar Miranda, alcaldesa de Huelva; entre otras autoridades, junto a Iván Regueira, presidente de la Asociación El Patio del Amor y, el anfitrión, Manuel García de la Vega, director gerente del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez.
El evento ha sido también una oportunidad para expresar un profundo agradecimiento a todas las personas, entidades y colectivos que, con su apoyo, han hecho realidad este sueño compartido: un patio creado con el corazón para los niños y niñas de Huelva.
El nuevo espacio es una amplia terraza de más de 500 m² que llenará de luz y aire fresco los días de hospitalización. Inspirado en el mar y la playa, su diseño transporta a un entorno vacacional, con olas, palmeras, una ballena, tortugas, conchas, estrellas de mar y hasta una isla con un barco anclado. En este entorno mágico, los pequeños podrán salir a tomar el sol, jugar, pasear, recibir visitas o incluso celebrar sus cumpleaños con alegría.
Los niños y niñas hospitalizados, verdaderos protagonistas de esta historia, serán los encargados de hacer la inauguración oficial el 3 de noviembre, en un acto a puerta cerrada muy especial. Les acompañarán también aquellos pequeños que, desde las ventanas de sus habitaciones, han seguido con ilusión cada paso de la construcción de este proyecto. Ellos cortarán la cinta inaugural y abrirán las puertas de este espacio, que simboliza tanto su fuerza como su espíritu de superación.
El acceso al Patio del Amor se realizará, a partir de ese día, desde el conocido “patio de los potos”, a través de un nuevo pasaje habilitado junto a la unidad pediátrica. En su entrada, una pintura mural original de José Luis Marín plasma, con sensibilidad y color, el significado de esta zona de convivencia: un lugar donde florece la vida y la esperanza.
A partir de ahora, muchas de las actividades lúdicas y educativas que se realizan en el aula pediátrica, junto al voluntariado, tendrán como escenario este nuevo patio. Juegos, talleres y dinámicas que no solo entretienen, sino que ayudan a los pequeños pacientes a desconectar de sus tratamientos y pruebas, reducir el estrés y la ansiedad, y favorecer su recuperación emocional y física.
El Patio del Amor abrirá sus puertas todos los días -de 9:00 a 19:30 en invierno y de 9:00 a 22:00 en verano-, siguiendo las recomendaciones del personal sanitario y atendiendo a las necesidades individuales de cada pequeño paciente. Siempre con la vigilancia y bajo la responsabilidad de sus familias, el espacio contará también con las asociaciones que habitualmente vienen colaborando con el hospital (Cruz Roja Juventud, ADIMA y Érase una Vez), así como los maestros del aula hospitalaria, que harán del patio un lugar vivo y lleno de experiencias positivas.
Además, la Hermandad de las Tres Caídas junto con la asociación ha iniciado una campaña de voluntariado para colaborar en la gestión de El Patio del Amor. Las personas interesadas pueden inscribirse fácilmente en la web www.elpatiodelamor.es.
En definitiva, El Patio del Amor se convierte en un nuevo entorno de integración de todos los menores ingresados donde poder desarrollar la creatividad, la socialización, los valores y la autoestima. Un lugar donde pueden sentirse libres, reír, jugar y seguir siendo lo que son, más allá de la enfermedad: pura energía, ilusión y vida.



