José Antonio Mayo. Mazagón Beach
19/10/25. La Laguna de Las Madres, situada en el término municipal de Palos de la Frontera, cerca de Mazagón, es un auténtico paraíso de la naturaleza que sorprende por su riqueza paisajística. Este espacio, rodeado de pinares y algunas zonas de cultivo, reúne todas las condiciones necesarias para albergar nenúfares, una de las plantas acuáticas más bellas y simbólicas de la naturaleza.
Entre todas las características que hacen posible su desarrollo, la más destacable es la intensa luz que hay en esta laguna. Sin ella, la floración de los nenúfares —esas curiosas flores que se abren con el sol y se cierran con el atardecer— sería imposible. Desde la orilla que bordea el humedal, pueden contemplarse auténticas colonias de nenúfares que flotan sobre el agua, aportando al paisaje un aire pictórico.
Además de su extraordinaria belleza, los nenúfares ayudan a mantener el agua limpia, reducen la proliferación de algas y su manto sirve de refugio para peces y otros organismos acuáticos.
No es de extrañar que el pintor impresionista francés Claude Monet (1840–1926) quedara fascinado por estas plantas. Tal fue su admiración, que mandó construir un estanque en su casa de Giverny para poblarlo de nenúfares y convertirlo en su fuente inagotable de inspiración. Durante más de tres décadas, Monet se dedicó casi exclusivamente a representarlos, creando una serie de cerca de 250 obras al óleo, conocidas como “Nenúfares”, hoy repartidas por los más prestigiosos museos del mundo.
Contemplar los nenúfares en la Laguna de Las Madres es como adentrarse en un cuadro vivo: un rincón donde el arte y la naturaleza parecen encontrarse en perfecta armonía.