18 septiembre, 2014

La doctora Vázquez cambia de destino tras 8 años en Moguer

La doctora Emilia Vázquez Risquete
La que ha sido hasta hace casi ocho años médica de familia en el centro de Salud de Moguer, Emilia Vázquez Risquete, deja su plaza para emprender una nueva experiencia como facultativa en el sistema sanitario sueco, y se despide con nostalgia de una ciudad que a nivel personal y profesional se lo ha dado todo.
Con la ilusión de iniciar un nuevo proyecto junto a su marido, también profesional de la medicina, esta onubense natural de Rosal de la Frontera afronta el reto de viajar a Suecia y aprender un nuevo idioma, para seguir ejerciendo ahora en el extranjero una profesión por la que siente verdadera pasión.
La doctora Vázquez pudo ayer despedirse de forma especial de sus compañeros y compañeras, pero le entristece especialmente no poder haberlo hecho de sus pacientes, casi 2.400 personas a las que ha cuidado con profesionalidad, entrega y compromiso, pero sobre todo con amor y dedicación. Muchos de sus pacientes destacan de esta gran mujer no sólo su capacidad profesional, sino también su interés por ayudarlos y animarlos, por lo que su traslado deja sin duda un importante vacío en la familia que ha creado en Moguer y en su centro de salud.
De su Rosal de la Frontera natal salió para estudiar la carrera de medicina en la Universidad de Sevilla y poder hacer realidad el sueño de una joven que quería dedicar su vida a cuidar de los demás. En 1995 acabó la licenciatura y empezó la especialidad de medicina familiar en el hospital Juan Ramón Jiménez, donde inició una exitosa carrera profesional que la ha llevado a recorrer la provincia de Huelva de norte a sur, y de este a oste.

Tras 18 años trabajando en tierras onubenses, casi 8 de ellos en nuestra ciudad, la doctora Vázquez Risquete cierra felizmente en Moguer esta etapa de su vida, y afronta con la misma ilusión el reto que emprende ya desde mañana viernes junto a su marido. A Suecia se lleva una maleta cargada de recuerdos, de momentos inolvidables y sobre todo de agradecimientos a sus compañeros y pacientes por hacérselo todo tan fácil, un agradecimiento que quiere hacer extensible a todos y a todas a través de estas líneas. ¡Buen viaje doctora y muchas gracias!