09 agosto, 2012

¡Qué delicia la coquina!

Acudir a nuestra localidad de visita turística y no deleitarse con un magnífico plato, perola, o cazuela de coquinas a la plancha o al ajillo, viene a ser mayor sacrilegio que ir a Galicia y no comer pulpo y marisco o acercarse por Segovia y no probar el cochinillo; todo esto por supuesto con mis excusas a los vegetarianos. Alguien que lo fue me dijo en una ocasión, me arrepentiré toda la vida del día que os comisteis aquellos langostinos a la plancha en la Punta del Moral y yo venga con el calabacín, ahora que lo he dejado me viene a menudo aquella imagen a la mente.

La Junta de Andalucía obliga a realizar un paro ecológico de dos meses a fin de facilitar su reproducción, también realiza un complejo sistema de control sanitario, que incluye muestreos tanto del agua como de los moluscos. Tengo que reconocer que cuando este plan no estaba en vigor, algunos veranos familias enteras estropeaban sus vacaciones con episodios de diarreas y vómitos. Ahora, en los bares y restaurantes se controla mediante etiquetados los lugares de origen de las capturas.

El marisqueo sin licencia está prohibido y sancionado para las personas que capturen bivalvos sin autorización. No obstante, he de decir que residiendo todo el año en Mazagón y bajando asiduamente a la playa, sí he podido contemplar estampas de grupos de bañistas agachados o removiendo la arena con los pies (artísticamente maravillosas, tanto al natural como en pinturas o fotografías) y jamás a una patrulla controlando este tema, bueno, ni este ni ninguno. Y ni qué decir tiene que el paro forzoso, al que están avocados un gran número de españoles, tanto jóvenes como mayores, fomentará la pesca furtiva, tanto hacia especies animales como vegetales, cuestión que entiendo perfectamente, al igual que entiendo que los profesionales se sientan perjudicados, pero cuando la opción se sitúe entre robar o buscarse la vida con un TRABAJO ilegal, que cada cual opine lo que quiera.

Me fue grato ver cómo los mariscadores han vuelto a nuestra playa, arando la arena, realizando un trabajo tan duro como las antiguas labores del campo, aprovechando las últimas horas de la vaciante, la bajamar y el inicio de la subida, para recoger este alimento tan delicioso que la naturaleza nos da; aunque se esté haciendo de noche apuran estoicamente, aun a sabiendas que las lumbalgias y los reumas se cebarán con ellos en el futuro. Lo que sí hacía tiempo que no veía era un todo terreno circulando por la playa, lo he visto, he de decir que circulando con toda la prudencia y creo que estarán autorizados para que estos profesionales transporten sus bártulos y se desplacen de una playa a otra.

Se ha comprobado la existencia de un comercio ilegal que desvía con frecuencia grandes cantidades de coquinas, con destino como Barcelona, Madrid, o las Palmas de Gran Canarias. Pero esa es otra historia.

Les recomiendo cualquiera de nuestros bares o restaurantes de Mazagón, una o media ración de coquinas, según las posibilidades, ¡a mojar pan y buen verano!.
Federico Soubrier.