Hemos podido ver cómo los operarios acicalan Mazagón hasta el más último detalle, los últimos toques de maquillaje y esta noche arrancamos sin amilanarnos por las Colombinas; de hecho, está comprobado que muchas familias comienzan la fiesta en un lado y la terminan en otro. Ni qué decir tiene que la juventud refrenda esta idea y acaba generalmente por aquí, no cerrando bares, sino llegando a los que acaban de abrir, deleitándose con los churros o calentitos, que varios establecimientos de la localidad ofrecen compitiendo por conseguir el mejor de los sabores.
Los más madrugadores comenzamos esta mañana el evento con el concurso de pesca. Estoicamente los más valientes han aguantado desde las nueve de la mañana hasta la trece en punto, otros nos hemos dado un par de baños entre lance y lance.
La jornada ha consistido en una lucha con las algas, que aunque afortunadamente no suponen de momento incómodo alguno para lo bañistas, sí lo ha sido para los pescadores. Cincuenta y una cañas entre las que ha aumentado el número de mujeres y de las que desafortunadamente no ha salido ningún trofeo, ya de que los tres lenguados de ración que se han capturado, ninguno puntuaba.
Es de rigor felicitar a la organización que ha mejorado visiblemente este año. La policía local ha acotado la zonas de pesca y no ha habido ningún tipo de altercado entre bañistas y concursantes.
Los premios que han quedado desiertos en su totalidad, desde aquí, se los entrego a la persona que ejerce como jurado. Amable, participante, paciente, ocurrente y simpático, la verdad es que no se le puede pedir más. Como te llames, e intuyendo que eres más de Mazagón que el faro, ¡Chapeau! Espero que nos veamos el año que viene y se reparta algo más de suerte.
Federico Soubrier.
La jornada ha consistido en una lucha con las algas, que aunque afortunadamente no suponen de momento incómodo alguno para lo bañistas, sí lo ha sido para los pescadores. Cincuenta y una cañas entre las que ha aumentado el número de mujeres y de las que desafortunadamente no ha salido ningún trofeo, ya de que los tres lenguados de ración que se han capturado, ninguno puntuaba.
Es de rigor felicitar a la organización que ha mejorado visiblemente este año. La policía local ha acotado la zonas de pesca y no ha habido ningún tipo de altercado entre bañistas y concursantes.
Los premios que han quedado desiertos en su totalidad, desde aquí, se los entrego a la persona que ejerce como jurado. Amable, participante, paciente, ocurrente y simpático, la verdad es que no se le puede pedir más. Como te llames, e intuyendo que eres más de Mazagón que el faro, ¡Chapeau! Espero que nos veamos el año que viene y se reparta algo más de suerte.
Federico Soubrier.
