24 julio, 2014

DEMASIADOS NOVIOS

Casa del Vigía
En los últimos años a la atractiva Casa del Vigía le han salido demasiados novios, y es que la “muchacha” está de buen ver, por su belleza, constitución y elegancia. Sus pretendientes no han dudado ni un instante en llamar a la puerta de su casa para solicitar, a la vieja usanza, permiso a su tutor para cortejarla, mostrando sus afectos hacia ella, y en algunos casos disfrazando sus pretensiones de sentimientos de amor, con el fin de lucrarse de ella como si de un proxeneta se tratara.

Diferentes clubes, asociaciones, entidades deportivas, y personas a nivel particular, han solicitado la cesión de la Casa del Vigía para su uso y disfrute, argumentando que esa cesión pondría fin al abandono y deterioro que sufre la casa desde hace varios años, un abandono triste y lamentable, ya que Mazagón no cuenta con demasiados edificios históricos como para descuidar los que hay. Pero el abandono de la Casa del Vigía, denunciado en numerosas ocasiones por el autor de este artículo, no le da derecho a nadie a solicitar su uso, pues más bien me parece una actitud “buitrera” para tratar de aprovecharse de una presa muy codiciada.

La Casa del Vigía fue construida en 1906, según el proyecto del ingeniero Francisco Montenegro, con objeto de ser utilizada para controlar el tráfico marítimo de la ría de Huelva, como centro de verificación de sondeos, observaciones meteorológicas, del estado de la mar y de las incidencias en la navegación. El edificio fue construido en una duna con armazón y pisos de hormigón armado, sostenido por 16 postes; un sistema de construcción inteligente, pues a pesar de estar ubicada en una duna de arena muy fina que el viento arrastra a su antojo, su estructura nunca ha sido afectada. Fue el primer edificio de Huelva y probablemente de Andalucía, en el que se utilizó el hormigón armado.

Este edificio emblemático de la historia del Puerto de Huelva y de la localidad de Mazagón, tuvo una participación muy activa en los episodios bélicos habidos en esta parte de la costa en la Guerra Civil y II Guerra Mundial. Desde el torreón de la casa el vigía divisaba la Barra, las luces de enfilación y gran parte de la ría, comunicando rápidamente al Puerto de Huelva  todos los incidentes ocurridos, ya que la casa contaba con una línea telefónica.

En el verano de 1936, recién iniciada la guerra, el vigía fue testigo del bombardeo por parte una flotilla republicana encabezada por el crucero Miguel de Cervantes, de dos barcos que habían salido cargados de cemento del puerto de Huelva. El objetivo no era otro que el de bloquear el canal para impedir el tráfico de mineral de cobre de las minas de Riotinto, uno de los recursos más importantes de la economía nacional en aquella época, y que fue moneda de cambio para adquirir ayuda de países con regímenes políticos fascistas, como Alemania e Italia. El crucero alcanzó a los dos barcos que navegaban por el canal, echando uno a pique y dejando encallado al otro, fuera de la zona practicable del mismo, aunque no consiguió cortar el canal, ya que tras breves operaciones se pudo restablecer el tráfico.

A pesar de la supuesta “neutralidad” de España durante la II Guerra Mundial, la Casa del Vigía fue una pieza clave en el espionaje y sabotaje de barcos aliados. La información que el vigía enviaba a Huelva: partes de incidencias habidas, entradas y salida de los barcos, así como sus nombres; tiempo atmosférico, estado de la mar, etc., era utilizada por el telefonista del puerto, que pertenecía a la red de espionaje alemana al servicio de Adolfo Claus Kindt, jefe del servicio secreto militar alemán (Abwehr). Víctimas de este espionaje fueron los buques Barón Newlands, de bandera escocesa, y el británico Sarastone, bombardeados por un avión alemán el 28 de octubre de 1941, cuando salían por la ría cargados de mineral. Ambos barcos estaban en una lista negra por haber comerciado con puertos rojos del norte de España durante la Guerra Civil.

Este edificio fue restaurado por la Autoridad Portuaria de Huelva en el año 2006, y cedido al Ayuntamiento de Palos, junto con la Casa de los Prácticos y la Pasarela de Pesca Deportiva, por veinte años prorrogables. La Autoridad Portuaria adquirió el compromiso de financiar conjuntamente con el Ayuntamiento de Palos las obras necesarias para la habilitación del interior de la Casa del Vigía, según un proyecto de construcción que debería ser redactado por el Ayuntamiento y aprobado por la Autoridad Portuaria de Huelva.

Hay razones más que suficientes para que esta edificación sea declarada Monumento Histórico. El uso de esta casa, bien se podría dedicar a un museo, un bien social que iría en beneficio del interés general y no del particular; un museo dirigido por una institución pública que garantice su tutela, protección, conservación, y que asegure su transmisión a las generaciones futuras. Mazagón tiene mucha historia para contar a sus visitantes sin necesidad de ser inventada. Estas tierras y estas costas están cargadas de historia desde hace muchos siglos.

La Casa del Vigía no se puede dejar en manos de clubes ni asociaciones, y mucho menos de personas particulares con fines lucrativos.


José Antonio Mayo Abargues