El vandalismo sistemático de las cabinas telefónicas se ha convertido en una carga para las compañías. La competencia del teléfono móvil y los locutorios ha conllevado que las llamadas desde cabinas se hayan reducido a la mitad. Las compañías se están cuestionando la retirada de este mobiliario urbano que forma parte de nuestra vida cotidiana, y mantenerlo sólo en aeropuertos y centros comerciales. Tal vez algún día estos vándalos se queden sin batería en su móvil y necesiten utilizar una de estas cabinas.
07 febrero, 2010
DESTRUIR POR DESTRUIR
El vandalismo sistemático de las cabinas telefónicas se ha convertido en una carga para las compañías. La competencia del teléfono móvil y los locutorios ha conllevado que las llamadas desde cabinas se hayan reducido a la mitad. Las compañías se están cuestionando la retirada de este mobiliario urbano que forma parte de nuestra vida cotidiana, y mantenerlo sólo en aeropuertos y centros comerciales. Tal vez algún día estos vándalos se queden sin batería en su móvil y necesiten utilizar una de estas cabinas.