23 diciembre, 2018

RECORDANDO EL PASADO. Alteraciones de orden público en Moguer por el precio de la uva


ABC, 28 de septiembre de 1934

       Huelva 27, 4 tarde. Comunica la Guardia civil de Moguer que en este pueblo un grupo, compuesto por unos 200 individuos, de forma violenta se presentó en la plaza del Ayuntamiento, rodeando al alcalde, D. Laureano Rengel Rodríguez.

      Los del grupo pretendían que dicha autoridad local aumentara el precio de la uva.

          El Sr. Rengel Rodríguez requirió el auxilio de la fuerza pública, comunicándose también al gobernador lo que sucedía y enviando esta última autoridad al citado pueblo un capitán de la Benemérita con varias parejas de igual Cuerpo a sus órdenes y también varios números de los de Asalto.

         Cuando llegó esta fuerza a Moguer ya la tranquilidad era completa, pues fueron suficientes los guardias del pueblo para disolver los grupos.

           Por orden del alcalde han sido detenidos los que se distinguieron excitando a la violencia.
            Son aquellos Antonio Márquez Rasco, Manuel Mora Martínez y Juan Fernández Fuentes, los cuales han ingresado en la cárcel.

           Lo sucedido obedece a que en la mañana del día 25 actual, al abrirse las puertas de las bodegas del Sr. Burgos y Mazo, comenzaron a comprar en las mismas uva por el precio de una peseta con veinticinco céntimos, la arroba, precio que —según el parte de la Benemérita— guarda relación con los vinos en la actualidad. Los del grupo querían que el alcalde aumentara dicho precio en veinticinco céntimos.

            Ayer por la mañana la fuerza practicó servicios de  vigilancia para evitar que se ejercitaran coacciones con los vendimiadores y bodegueros, no habiendo ocurrido nuevamente nada anormal.
            Por este motivo regresaron a Huelva los guardias de Asalto que fueron a Moguer.

            Este mediodía los periodistas, al entrevistarnos con el gobernador civil, le preguntamos sobre el particular.

            El Sr. Fernaud nos dijo que en Moguer nada pasaba, añadiendo que nadie intente expresarse por la violencia, pues sabrá impedirla por todos los medios a su alcance, estando dispuesto a atender todas las peticiones que fueran justas.