01 enero, 2010

UNA MUERTE ANUNCIADA

El final del chiringuito de “La Estrella” era una muerte anunciada. Lo comentábamos el pasado día 24 en el artículo “Condenado a desparecer”. Ayer, ya cerca de una pleamar de muy alto coeficiente, los propietarios se apresuraban a salvarlo. Fue una tarea difícil, ya que contaban con escasos medios, y cuando la máquina intentaba levantarlo, las cadenas que lo sujetaban se partían y había que volver a intentarlo. Al final hubo suerte y el chiringuito fue trasladado un poco más atrás. Aunque el resto de los enseres y la caravana siguen corriendo peligro, los propietarios pudieron comerse las uvas con cierta tranquilidad.