29 octubre, 2009

CIPARSA, EL CUENTO DE LA BUENA PIPA

Publicado en Odiel Información el 29 de octubre de 2009
El cuento de la Buena Pipa ha resucitado de mis recuerdos. Los que tenemos ya una edad algo avanzada recordamos con un cierto sentimiento de mofa, aquel cuento de nunca acabar que nos contaban nuestros padres y abuelos. El maldito cuento de la Buena Pipa era un martirio interminable y absurdo al que nos sometían de pequeños, aprovechando nuestra inocencia. El cuento, que siempre terminaba con un berrinche o una patada en la espinilla, decía, más o menos esto:
¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?
- Sí...
Yo no digo ni que sí ni que no, sino que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa.
-No...
Yo no digo ni que no ni que sí, sino que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa. Un cuento, si a esto se le puede llamar cuento, interminable, que agotaba la paciencia de cualquiera.
El proyecto de la urbanización Ciparsa 1ª Fase es el cuento de la Buena Pipa, y los vecinos ya estamos hartos de que se mofen de nosotros y nos traten como a niños inocentes, contándoles este cuento. Llevamos ya mucho tiempo con el berrinche y somos capaces de darle una patada en la espinilla al primer político que se nos ponga por delate. Son muchos años de martirio, de vivir en condiciones tercermundistas, circulando por carriles de albero llenos de baches, que se riegan en verano con agua del mar, lo que provoca numerosos destrozos en las piezas vitales de los vehículos, como las rótulas, la suspensión y las barras de dirección. En invierno, las calles, por llamarlas de alguna manera, son intransitables: ondulaciones en el terreno, baches que son auténticas trampas para los conductores, fango, etc.
El problema radica en el carácter privado de esta urbanización y en la competencia sobre el suelo, que pertenece a los términos municipales de Palos y Moguer. Sin embargó, en la 2ª Fase (El Vigía), una urbanización recepcionada ya por el ayuntamiento, a pesar de sus carencias, se siguen concediendo licencias de obras a particulares y promotores sin contemplar los servicios más elementales. Desde la urbanización El Vigía hasta el centro de la localidad hay dos kilómetros, dos interminables kilómetros, que tardas en recorrer cerca de quince minutos. Las cosas más imprescindibles como ir a comprar el pan o cualquier artículo de primera necesidad, es algo irremediable que te tienes que pensar más de una vez. No tenemos depuradora, y nuestras aguas fecales están canalizadas hacia un pozo filtrante que está situado en la zona del nuevo puerto comercial, infringiendo la normativa europea en esta materia. En el verano el colector se satura y las aguas fecales brotan por las arquetas drenando hacia la playa.
Hace ya cuatro años que se firmó el convenio urbanístico entre la Comunidad de propietarios Pinos del Odiel y el Ayuntamiento de Palos, y el pasado mes de febrero se adjudicaron las obras a la empresa Arquinsa, pero hasta la fecha sólo hay promesas y buenas intenciones. ¿A qué están esperando para ejecutar las obras? ¿Quizás a las próximas Municipales? Ciparsa es un arma política que ha sido utilizada en más de una ocasión.
Jose Antonio Mayo Abargues