07 junio, 2009

Cultura inicia los trámites para proteger los búnkeres de Mazagón

FOTO: HUELVA INFORMACIÓN
Una empresa privada realizará un estudio tridimensional para valorar el estado de las fortificaciones · Están en peligro por la expansión urbanística en la zona
FUENTE: HUELVA INFORMACIÓN
C. Sáez
La Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de Huelva ha encargado a una empresa privada de Sevilla un estudio tridimensional de los búnkeres de Mazagón para su posterior valoración, atendiendo a la solicitud realizada por José Antonio Mayo, para que estas fortificaciones sean declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).
La medida llega después de un año de espera. Así, en enero de 2008 se presentó en los ayuntamientos de Moguer y Palos de la Frontera, así como en la Delegación Provincial de Cultura, una solicitud para declarar BIC los búnkeres de la avenida Conquistadores, ubicados dentro de las parcelas del pro indiviso, ya que corren el peligro de desaparecer por la inminente expansión urbanística prevista para esta zona. En octubre del pasado año se presentó ante la Dirección General de Bienes Culturales del Servicio de Protección del Patrimonio Histórico de Andalucía una solicitud de incoación y tramitación urgente del expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento Histórico, de todos los búnkeres que existen en la localidad costera. La Dirección General dio traslado de la solicitud a la Delegación de Cultura de Huelva para que comenzase los trámites para su valoración e informe pertinente.
Los refugios fueron construidos durante la Segunda Guerra Mundial para proteger la costa onubense por mar y aire en previsión de una posible invasión de los aliados. Según Mayo el desarrollo urbanístico de Mazagón hace peligrar estas construcciones al igual que las situadas en el Picacho y el parque municipal que presentan "un motivo simbólico, un icono de la localidad y un testimonio histórico del pasado". Los búnkeres están ubicados en una zona privilegiada de la costa donde está prevista la construcción de urbanizaciones.
Las dos casamatas de la avenida de los Conquistadores pasan casi desapercibidas para los transeúntes al estar camufladas entre pinos y maleza, y se encuentran en una finca situada en segunda línea de playa que ha sido adquirida por una empresa sevillana en la que está prevista la construcción de una promoción de chalés adosados. Mayo teme que el primer trabajo que realicen las excavadoras sea la demolición de las dos edificaciones militares. Similar suerte correrá la ubicada en el Picacho para dejar paso a un campo de golf, un hotel y varias urbanizaciones de viviendas.Mayo ha solicitado al Archivo General Militar de Ávila información técnica y arquitectónica de los búnkeres que está a la espera de recibir. Al parecer, es muy probable que fueran construidos por presos republicanos, ya que junto al faro del Picacho había un campo de prisioneros. Fueron ellos los que hicieron la carretera de Mazagón a Palos, según Hilaria González una de las primeras personas que habitó Mazagón y que fue entrevistada por Jesús Ramírez Copeiro en 1998.
El campo era un recinto rodeado de altas alambradas que albergaba un gran número de soldados del ejército republicano, entre los que había médicos y maestros, de distintas provincias y regiones, entre ellas Cataluña. Habitaban en barracones de madera y chozos de pasto, lo usual como vivienda entonces en esta zona. Todos los días salían para trabajar en la construcción de la carretera del faro de Palos.
Hilaria González, natural de Encinasola, ha fallecido ya y tiene una calle con su nombre junto al negocio que fundó y que ahora regenta su familia: 'Casa Hilaria'. Jesús Ramírez Copeiro, investigador histórico y autor de diversos libros, entre los que se encuentra 'Espías y Neutrales: Huelva en la Segunda Guerra Mundial' entrevistó a Hilaria González en enero de 1998.
En principio lo que hará Cultura con estas fortificaciones será catalogarlas y protegerlas, aunque otra cosa será la restauración, que será competencia de los ayuntamientos de Moguer y Palos de la Frontera. Una vez protegidos, cualquier movimiento de tierras que se haga en los alrededores deberá contar con el permiso de la Junta de Andalucía.