30 marzo, 2008

Concentración 30 de marzo


Hoy, al comenzar la marcha que hacemos todos los domingos por la Avenida Fuentepiña, me puse a observar a la gente que encontrábamos a nuestro paso. Primero me fijé en los foráneos que disfrutaban del aperitivo en las terrazas. Unos nos miraban con cara de asombro, actitud propia del que se encuentra con algo inesperado y que además no comprende; otros, sin embargo, mostraban en sus labios una pequeña sonrisa, tal vez provocada por nuestra estampa pintoresca. Luego me fijé en los transeúntes que iban o venían de hacer sus compras, del banco o de comprar la prensa, transeúntes convecinos que nos miraban indiferentes y ajenos a nuestra protesta. Estoy seguro que en el ánimo de ninguno de nosotros está el alterar la paz o interrumpir el descanso de nadie. Nos gustaría dedicar este tiempo a nuestros quehaceres, o simplemente a leer la prensa sentado en una terraza con una cerveza en la mano, pero creo que dedicar una hora a la semana para luchar por la independencia municipal de este pueblo no es un esfuerzo demasiado grande. Mazagón necesita la segregación, y para conseguirla es necesaria la colaboración de todos.