José Antonio Mayo – 27/03/25
Este otoño parecía
invierno, y el invierno parecía impropio. Llevábamos meses esperando que
lloviera para que los embalses, que estaban agonizando, comenzarán a
recuperarse, pero no tardamos mucho en quejarnos de tanta agua, y algunos ya
habían recurrido con sus rogativas a Santa Clara para que dejara de llover. Y
es que este invierno ha sido muy cruel y devastador en algunas zonas, en las
que ha llegado a causar numerosos daños materiales; y lo más lamentable es que
se ha cobrado varias víctimas mortales.
Afortunadamente el mapa
de los embalses andaluces ha cambiado de manera significativa. Excepto
Almería y Granada, el resto de las provincias lucen el color azul que
representa el agua, destacando Sevilla que “tiene un color especial”.
El agua embalsada en la comunidad andaluza ha alcanzado los 6.972 hmᶾ, un 58,13% de su capacidad máxima, frente al 29,77% del pasado año por estas fechas. A pesar de ello, la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir mantienen la Declaración Oficial de Sequía; al menos hasta el final del mes de marzo, cuando terminen de llegar las escorrentías a los embalses y se pueda hacer una valoración más real de la situación.
Datos obtenidos de Embalses.net