30 diciembre, 2008

NOTA DEL ADMINISTRADOR

No suelo entrar en debate con los lectores que hacen sus críticas en este Blog, y mucho menos con los anónimos. Son ustedes muy libres de expresar sus opiniones, ocultando su identidad, o bien con sus nombres y apellidos. Quien escribe públicamente ha de estar preparado para recibir todo tipo de críticas. Pero cuando alguien pone en duda la credibilidad de quien escribe, uno está obligado a salir al paso de la crítica. El pasado 23 de diciembre en el artículo “LA ÚLTIMA PLAYA VIRGEN DE ANDALUCÍA CONDENADA A DESAPARECER”, en el que se hace referencia a los efectos que los parques eólicos tienen sobre los ecosistemas locales, el autor de un comentario anónimo me acusaba de estar tomando el pelo a los lectores. Quien se detiene en este Blog a leer aunque sea una sola línea, merece para mí el más absoluto de los respetos. Y es por eso, que antes de escribir me documento a través de todos los medios que están a mi alcance y trato de constatar esa información. Probablemente algunas veces me equivoque como ser humano que soy, pero jamás he manipulado o tergiversado ningún tipo de información, ni le he tomado el pelo a nadie. Antes de poner en duda la credibilidad de una persona hay que estar muy seguro de lo que se dice y conocer bien el problema en cuestión. Efectivamente, Dinamarca, Estados Unidos y Alemania, países pioneros en este tipo de energía han comprobado que los molinos eólicos provocan cambios climáticos locales al mezclarse las corrientes secas con las húmedas, y algunos parques han sido desmantelados e instalados en el mar a varias millas de la costa, a pesar del elevado coste que supone este tipo de instalaciones. El cambio climático provocado por los molinos eólicos es un hecho que está científicamente comprobado. En Estados Unidos se simuló el impacto sobre el clima local de una hipotética planta eólica a gran escala en el Estado de Oklahoma. Somanth Baidya Roy, el científico responsable de este estudio presentó su conclusión, afirmando que las turbinas concentradas en esta zona afectaban al clima local. Según Roy, el efecto es similar a los cambios atmosféricos locales que se producen por la deforestación a gran escala. Para Manuel Castro, experto en clima de la Universidad de Castilla-La Mancha, el resultado de la investigación no es nada sorprendente, pues de hecho el proceso de mezcla de aire originado por molinos accionados eléctricamente, a modo de grandes ventiladores, se utiliza en campos de cultivo especialmente sensibles para aliviar el efecto de las heladas nocturnas. Por tanto, en este caso el cambio climático provocado por los molinos sería beneficioso, pero cerca de una población como Mazagón sería perjudicial. Este es sólo uno de los muchos aspectos medioambientales por lo que un parque eólico no se debe instalar cerca de una población. El objeto de este artículo, en el que también se abordan temas como el gaseoducto de la refinería de Balboa y la tala indiscriminada de pinos para construir nuevas urbanizaciones, no es otro que el defender el tesoro natural que tiene Mazagón, y que poco a poco está desapareciendo. Jose Antonio Mayo Abargues