06 marzo, 2024

Alarmante muerte de pinos en Doñana

Urge un equipo de crisis que se ponga a trabajar en diseñar un plan de actuaciones
Pinos muertos en Doñana // Ecologistas en Acción Huelva
6 marzo, 2024
La situación de estrés de los ecosistemas del Parque Natural de Doñana está llevando al colapso a buena parte de su vegetación, destacando los miles de pinos muertos en apenas 2 años, “al perro flaco todo se le vuelven pulgas”.

El pinar de Doñana colapsa y ya son miles de piños los que han caído secos, fulminados en último término por la plaga de un escarabajo perforador conocido como Tomicus sp., que en sus varias formas vitales, ataca al pino, perforando galerías en sus formas larvarias y comiendo brotes tiernos en las adultas. Estos ataques acaban con la vida de los ejemplares más débiles, que son en los que se produce preferentemente la infestación.

Este proceso es inocuo en un pinar sano ya que se trata de un mecanismo equilibrado de saneamiento del pinar al servir para retirar del medio ejemplares enfermos o debilitados por cualquier circunstancia, sin embargo, la actividad de estos pequeños escarabajos se convierte en plaga letal cuando se dan circunstancias de estrés generalizado en los pinares, como viene ocurriendo en los de Doñana en los últimos años. Es entonces cuando el número de ejemplares susceptibles de ser atacados supera el umbral y se produce un efecto dominó con gran cantidad de ejemplares atacados por su debilidad que generan gran número de efectivos de la plaga, que se hace así más virulenta y capaz de atacar a cada vez más ejemplares y más sanos, entrando en una especie de muerte en cascada que produce escenas dantescas de pinares de cientos de hectáreas completamente arrasados.

El pinar de la Parada, el Corral Largo, el Cerro del Trigo, el pinar de San Agustín y un largo etc. de pinares emblemáticos del Parque Nacional, se están muriendo a marcha forzada.

El Tomicus es la causa última de la muerte de los pinos, pero esta hecatombe sólo se explica por el estado de debilidad de estos pinares que favorece el ataque descontrolado del insecto.

Es necesario conocer la causa o causas que están detrás de ese estrés para poder solucionar el problema ya que no bastará con eliminar el Tomicus para detener la debacle.