10 diciembre, 2020

LA CASA-MUSEO ZENOBIA-J. RAMÓN DEDICA LA PIEZA DEL MES A FRANCISCO GARFIAS

El alcalde de Moguer y presidente de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Gustavo Cuéllar, ha presidido esta mañana la presentación de la Pieza del Mes que la casa-museo del Nobel dedica al gran poeta e investigador juanramoniano Francisco Garfias en el centenario de su nacimiento.

Presentación de la Pieza del Mes

El primer mandatario local ha estado acompañado por el director de la Fundación del Nobel, Antonio Ramírez, la concejala de Cultura, Eva Rodríguez y la investigadora del centro de estudios juanramonianos, Rocío Bejarano, además del representante de la familia de Garfias, Francisco López.

Durante el acto todos los intervinientes coincidieron en destacar la enorme importancia que tuvo la labor investigadora y editora de Francisco Garfias para que la obra de Juan Ramón comenzase a ser conocida y reconocida en una España en la que todavía la figura del autor de Platero no contaba con el favor del régimen.

El representante de la familia de Garfias con el alcalde

En palabras de Cuéllar: “Además de ser una de las grandes personalidades literarias de su época, no en vano ostenta el Premio Nacional de Literatura siendo el único autor onubense reconocido con este galardón, Garfias fue el primer biógrafo, investigador y editor juanramoniano, y una de las personas que más ha contribuido sin duda a la que Obra en Marcha del Andaluz Universal tuviese la proyección de la que hoy goza, de ahí que la Fundación del Nobel quiera sumarse al centenario del nacimiento del entrañable Curro, dedicando varias de sus Piezas del Mes a la estrecha relación que mantuvieron los dos grandes poetas de Moguer”.

Correspondencia de Garfias con Zenobia y Juan Ramón

La Pieza del Mes que se ha presentado esta mañana tiene como principal elemento la carta que Juan Ramón remite al joven Garfias desde su exilio americano tras enviarle éste su primer libro “Caminos Interiores”, en la que el Nobel destaca la calidad de los versos de su joven paisano, algo que para Curro fue un decisivo estímulo en su incipiente camino literario ya que, como todos saben, Juan Ramón no era nada propenso a los halagos, que sí dedica al primer poemario de su joven paisano.

Sobre de la carta que J. Ramón remite a Garfias

Curiosamente, al manejar ahora este documento original, han aparecido en el fondo del sobre de la misiva que Juan Ramón envía a Garfias unas agujas de pino, ese árbol tan moguereño y tan presente en la poética de ambos autores unidos siempre por la inspiración en su Moguer natal.

Agujas de pino encontradas en el sobre

Además de la carta y su sobre, se muestran también en esta Pieza del Mes dedicada Garfias una postal del año 1955 que Zenobia le envía a Moguer en la que le agradece haberle hecho llegar una estampa a de la Virgen de Montemayor, y otra larga carta en la que la mujer de Juan Ramón le cuenta los últimos planes editoriales del poeta y los envíos a la Casa Museo de Moguer, además de confiarle su grave estado de salud en aquellos momentos, previos al viaje a Boston para operarse.

Estos documentos que pueden admirarse hasta el 29 de enero pertenecen al Fondo Francisco Garfias que el poeta cedió al pueblo de Moguer, y se conservan ahora en la Casa-Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez.

Garfias y Juan Ramón

Tras estudiar Magisterio, Filosofía y Letras y luego Periodismo ya en Madrid, Francisco Garfias López (Moguer 6 de diciembre de 1920-Moguer 26 de octubre de 2010)  trabajó durante muchos en el CSIC donde, a partir de la concesión del Premio Nobel a Juan Ramón en 1956, decide dar el paso definitivo y escribir la que sería la primera biografía del poeta, que vio la luz en abril de 1958, aunque el delicado estado de salud de Juan Ramón por aquel entonces priva a Garfias de conocer su opinión.

A partir de entonces, “Curro” Garfias inicia su camino como uno de los estudiosos juanramonianos más destacados, siendo el primer compilador, prologuista y editor del Premio Nobel, publicando obras como la “Primera biografía”, “Primeros libros de poesía”, “El trabajo gustoso”, “Por el cristal amarillo”, “Antología de cartas” y otros muchos volúmenes hasta una treintena de ediciones dedicadas a su ilustre paisano.

En sus últimos años colaboró con la Casa Museo en las ediciones especiales que se hicieron como “Juan Ramón en su reino”, y el primer número de la colección Calle de la Cal Nueva: “La idea de Dios en Juan Ramón” (un ensayo sobre la religiosidad en la poesía juanramoniana), En total se conservan más de 150 referencias a Garfias en el catálogo de la biblioteca de la casa museo del Nobel.

Garfias dedicó por entero su vida al mundo de las letras, publicando más de sesenta libros, de géneros muy diversos, predominando la poesía. Destacan títulos como “Caminos interiores”, “Pájaros de la cañada”, “Vendimia en la sangre”, “Cerro del tío Pío” o “La duda”, obra esta última por la que recibe uno de los galardones más importante s de su carrera, el Premio Nacional de Literatura, en 1971. Entre otras de sus muchas distinciones, las más preciadas, por proceder de su pueblo, son la Medalla de Oro, el título de Hijo Predilecto de Moguer y el Perejil de Plata de la Fundación Zenobia-JRJ, de la que es también Miembro de Honor.

Todo esto evidencia el nexo de unión y el cariño entre dos de los moguereños más universales, cuyas obras poéticas estuvieron siempre inspiradas en su pueblo natal.

... «Cuénteme algo de usted, de sus padres, de su casa y su vida; lo que pueda y quiera de su Moguer (...) Ahora, lejos de España, todo es para mi como un Moguer grande y dominador, y quisiera tener moguereños a mi lado...»

 

Juan Ramón a Francisco Garfias, diciembre de 1945

Mi querido maestro:

Los Reyes me han traído la alegría de su carta. En Moguer, donde paso las navidades, le contesto alborozado de pinos, de pájaros viajeros, de arroyos... iY de su carta!

Francisco Garfias a Juan Ramón, enero de 1946