22 mayo, 2009

CINE EN MAZAGÓN

FUENTE: Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Moguer
Viernes 22 de mayo de 2009 / Pase: 21:00 h. / Entrada: Gratuita
Sinopsis: En Beirut, cinco mujeres se reúnen en un salón de belleza, un microcosmos altamente colorista y sensual. Layale ama a Rabih, pero es un hombre casado. Nisrine es musulmana y tiene un problema de cara a su próxima boda: ya no es virgen. Rima está atormentada porque se siente atraída por las mujeres. Jamale se resiste a envejecer. Rose se ha sacrificado por cuidar de su hermana mayor. En el salón de belleza, los hombres, el sexo y la maternidad se sitúan en el centro de sus conversaciones íntimas y liberadas, entre cortes de pelo y depilación con una pasta caramelizada de azúcar, agua y limón.

Dirección: Nadine Labaki
Guión: Nadine Labaki, Jihad Hojeily & Rodney Al Haddad
País: Francia-Líbano
Duración: 96 minutos
Género: Comedia dramática
Intérpretes: Nadine Labaki, Yasmine Al Masri, Joanna Moukarzel, Gisèle Aouad, Adel Karam, Siham Haddad, Aziza Semaan, Fatme Safa, Dimitri Stancofski, Fadia Stella, Ismail Antar
Fotografía: Yves Sehnaoui
Música: Khaled Mouzanar
Montaje: Laure Gardette
Público: +13

Año: 2007 Labaki pretende sacar a escena temas tan peliagudos como el adulterio, el aborto o la homosexualidad, pero también la necesidad de amar y de afirmarse en la propia identidad, de recomenzar la vida o de permanecer fiel a un camino iniciado, de comprender y de aceptar la vida como viene y también el tiempo que pasa irremediablemente. En ese esquematismo y en esa pretenciosidad, queriendo tocar tantos palos, está su talón de Aquiles, su punto de artificio y de concesión ante un público al que quiere endulzar hasta ganárselo para la causa. ¿Qué causa? La del derecho de la mujer —libanesa en particular— a disponer de su vida, y a la vez la de mostrar cómo su existencia gira, en realidad, siempre «alrededor de los hombres» (según sus propias declaraciones). Pese a esa sensación de “tesis”, las buenas interpretaciones dan frescura a tal artificio de guión y hacen que la película se vea con facilidad y agrado, pues el espectador comprende lo que buscan o desean sus protagonistas, y también sus miedos e incertidumbres.

Viendo la película, uno no puede evitar acordarse de Almodóvar y de su cine de mujeres, de sus historias castizas y de su acercamiento a las clases populares, a las vecinas de barrio, a las relaciones nada sofisticadas. Y un poco de todo eso pone Labaki, con su estética de colores vivos y ambientes desenfadados, con sus personajes entrañables de horizontes y conversación limitados, de diálogos sencillos. A la vez, también se trasluce el gusto por los climas de ensoñación romántica y de exotismo cultural, en gran parte por sus acordes musicales y su fotografía de tonos cálidos. En definitiva, una película que la directora ha calificado como “de mujeres y para mujeres”, que gustará al espectador goloso y que busque historias íntimas de amor y desamor, con ingredientes un poco dulces y placenteros..., pero ¡ojo!, porque tras el envoltorio acaramelado se encierra un sabor amargo.