03 octubre, 2008

EL EXTRAÑO LENGUAJE DE LAS ZAPATILLAS COLGADAS


Calle Ancla
FOTO MAZAGÓN BEACH
EL EXTRAÑO LENGUAJE DE LAS ZAPATILLAS COLGADAS
Publicado en Odiel Información el viernes 3 de octubre de 2008
Siempre pensé que eso de colgar las zapatillas atadas entre sí en los tendidos eléctricos y telefónicos, era una simple gamberrada con la que se divertían los chavales como si de un juego de destreza se tratara. Pero la realidad es otra muy distinta. La leyenda urbana atribuye diversos significados a esta práctica cada vez más extendida.
Antiguamente, cuando moría alguien en un pueblo había costumbre de colgar los zapatos en el cable más próximo a la vivienda del difunto para que todos lo recordaran. En otros pueblos, sin embargo, los colgaban porque estaban convencidos de que les traería suerte y prosperidad. Los militares también tenían esta costumbre cada vez que abandonaban una base para dejar constancia de su presencia allí. En los barrios conflictivos de Estados Unidos, la mafia colgaba los zapatos en los cables como trofeo por un asesinato cometido en el barrio, o como homenaje a uno de sus miembros muerto a manos de la policía.
Hoy, las zapatillas de deporte han sustituido a los zapatos y se han convertido en una imagen habitual del paisaje urbano, pero sus mensajes siguen siendo igual de misteriosos. En la mayoría de los barrios determinan el comienzo del territorio de una banda. Es una forma de señalizar los lugares donde se encuentran las casas “okupas” Indican también un lugar próximo de prostitución o un punto de venta de drogas. A veces el lenguaje de las zapatillas no se limita a un simple mensaje: según el número de zapatillas colgadas y la posición de éstas, te indican el tipo de sustancia que se vende. En el año 2003, el Ayuntamiento de Los Ángeles (EEUU), después de comprobar que, efectivamente, los puntos de venta de drogas estaban señalizados con estas marcas, mandó retirar todas las zapatillas de los cables de la ciudad.
Hay otros significados menos tenebrosos, como la expresión de alegría por haber finalizado el curso académico o la señal de protesta por la explotación infantil de algunas marcas que utilizan a los niños para fabricar el calzado en el Sureste asiático.
José Antonio Mayo Abargues