La ICTS Doñana mide el nivel de agua de la marisma cada cinco minutos en múltiples puntos y monitoriza la evolución de la meteorología y la hidrología en tiempo real
Los valores de precipitación se encuentran en la media de invierno en Doñana. La marisma presenta una lámina de agua extensa y aceptable, con alrededor de 16.000 ha inundadas, aunque poco profunda para estas fechas.
Comparación del estado de Doñana a vista del satélite Sentinel-2 de los días 15 de enero (izquierda) y 4 de febrero (derecha) de 2025. // EBD-CSIC
5 febrero, 2025
Desde septiembre, se han registrado 300 mm de precipitaciones en la estación manual del Palacio de Doñana, en el corazón del Parque Nacional. Esta cifra supera la media de los últimos diez años, pero se encuentra entre los valores promedio de un invierno en Doñana. La lámina de agua de la marisma es extensa, con alrededor de 16.000 hectáreas inundadas, aunque poco profunda para lo que es habitual en estas fechas.
El año hidrológico, que se cuenta de septiembre a agosto, comenzó con buenas precipitaciones en octubre, seguido de un noviembre y diciembre secos que dejaron a Doñana con escasa agua al inicio del invierno. No obstante, las lluvias de enero han posibilitado que los niveles de precipitación se sitúen en la actualidad cerca de la media histórica.
En un ciclo normal, durante el verano, la falta de precipitaciones y las altas temperaturas secan la marisma, que no vuelven a inundarse hasta la llegada de las lluvias en otoño e invierno. Las marismas se asientan sobre un sustrato arcilloso, que necesitan, tras el periodo estival, volver a hidratarse para coger agua de nuevo. Se estima que se necesitan alrededor de 200 mm de precipitación acumulada para que las marismas comiencen a inundarse.
De hecho, antes de las lluvias de finales enero la inundación de la marisma se limitaba a zonas como la Madre del Rocío, Caño de las Madres y Lucios del Caballero, Vetalengua y Membrillo, que suelen ser las primeras en inundarse con las primeras lluvias. El hecho destacable de este año frente a años anteriores es que ha habido registros superiores a los 100 mm en el mes de enero, lo que unido a la precipitación anterior ha hecho que se active el sistema hidrológico al completo. Los arroyos de los Sotos, La Rocina, La Cigüeña y del río Guadiamar contribuyen al llenado con aguas fluviales, y no exclusivamente pluviales, de la marisma. En la actualidad, la lámina de agua de la marisma cuenta con una extensión amplia, en torno a las 16.000 hectáreas, según datos del Laboratorio SIG y Teledetección de la Estación Biológica de Doñana - CSIC.
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