11 mayo, 2011

Palos abandona la Casa del Vigía

Fuente: Odiel Información
 Vicente Ponce
Cristales rotos, barandillas oxidadas, ventanas y puertas destrozadas y un sinfín de matorrales. Este es el triste y desolador panorama que presenta la Casa del Vigía de Mazagón, un edificio con más de 100 años de antigüedad, que una vez restaurado por la Autoridad Portuaria fue cedido al Ayuntamiento de Palos de Frontera para su explotación, uso y mantenimiento. Esto ocurrió hace ya más de seis años, y este Consistorio gobernado desde entonces por el Partido Popular, “no ha hecho nada en ni por este edificio”, aseguran los vecinos de este núcleo costero, quienes añaden que Mazagón no cuenta con un número significativo de edificios históricos como “para descuidar los que hay”.

“A Carmelo Romero -alcalde de Palos- le da igual el patrimonio histórico de Mazagón;bueno le da igual todo lo que acontece en esta playa, sólo le interesa Mazagón a la hora de cobrar los impuestos”, afirman a Odiel un grupo de residentes que prefiere estar en el anonimato.

Residentes que ven como en el abandono de este emblemático edificio una metáfora de la gestión del alcalde del Partido Popular en Mazagón.

Una gestión que ha propiciado que esta casa presente un estado lamentable. El candado de la cancela ha sido forzado, al igual que la cerradura de la puerta de la casa que se encuentra abierta. Algunas ventanas están rotas y hay varios cristales reventados por el impacto de las piedras. “Estos destrozos no son obra de los amigos de lo ajeno, ya que la casa se encuentra completamente vacía y no hay nada en su interior que pueda ser sustraído; más bien se trata de vándalos que sienten un placer especial destrozando lo que no es suyo”, desglosan, argumentando que este vandalismo no halla ningún obstáculo en su camino ya que “la nula vigilancia policial, la escasa luz en la zona, y el desinterés de los responsables por conservar esta edificación histórica, facilitan la labor de estos devastadores”.

A los vecinos también les preocupa que los ‘okupas’ se instalen en ella, aprovechando su abandono y privilegiado enclave.