LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LOS MILAGROS
La noticia fue publicada en el diario católico El Alicantino el 14 de enero de 1892 // Biblioteca Virtual de Prensa.
El ilustrado arcipreste
de Huelva señor García Viejo, ha concebido la idea de celebrar la coronación de
la imágen que se venera en el santuario de Santa María de la Rábida, durante
las fiestas del cuarto centenario del descubrimiento de América.
La fiesta de la
coronación si se realiza revestirá magestad pocas veces vista.
La Virgen de la Rábida,
conocida por los vecinos de Palos con el nombre de Virgen de los Milagros,
tiene una tradición en extremo poética é interesante.
Cuando la irrupción
sarracena, los fieles de Palos, temiendo las profanaciones de los soldados del
desierto condujeron en hombros acompañándola cantando una salve tradicional á
su Virgen favorita, protectora de los marineros, hasta orillas del río Odiel.
Allí entráronla en una lancha, y á corta distancia de la costa la sumergieron
en las aguas del río, guardadoras desde entonces de la Reina inmaculada del
ferviente pueblo de Palos.
Cuando la media luna no
se veía en tierra española más que en los muros de Granada, último baluarte de
aquel Imperio musulmán que tantos estragos había causado en este hidalgo
pueblo, un día varios pescadores de Huelva al sacar sus redes de pescar vieron
con grande asombro que entre sus mallas, en vez del codiciado pescado, salía
una estátua de piedra perfectamente conservada.
Aquella estátua era la
imágen de la Virgen de los Milagros, que volvió á ocupar su vacío altar en el
monasterio de la Rábida: y postrado á los pies de esa misma imágen Colón, pidió
el auxilio divino para su gran empresa y ante la misma se prosternaron Colón y
los bravos Pinzones en la madrugada en que efectuaron el embarque feliz que dio
por resultado la ampliación de los límites del mundo.
La idea es coronar á esta imágen con toda solemnidad, simulando el acto de ser extraida de las aguas, revistiendo todas las fiestas gran brillantez.
El diario católico El Alicantino fue fundado en 1888 y se editaba en Alicante, en la imprenta de Antonio Seva. Su línea editorial estaba vinculada al ideario católico y conservador de finales del siglo XIX, en un momento en el que la prensa se consolidaba como instrumento de influencia social y política.
José Antonio Mayo Abargues