22 octubre, 2007

El parque eólico del Espigón


Publicado en El Mundo el 19 de octubre de 2007
El proyecto del parque eólico del Espigón continúa su marcha a espaldas de la opinión pública y menospreciando el entorno medioambiental. La naturaleza, el paisaje, el pueblo y la calidad de vida de sus habitantes está por encima de los intereses económicos de las compañías eléctricas y de los que se han empeñado en vivir del aire.
Los grupos ecologistas de Huelva, que apoyan ciegamente este proyecto, deberían reflexionar en cuanto a los inconvenientes de su ubicación y tomar nota de la decisión de sus colegas de la Coordinadora Ecologista Alavesa, que ha amenazado con llevar ante los tribunales al Ente Vasco de Energía (EVE), si continúa con el proyecto de la creación de parques eólicos en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
En la mayoría de los países se evita instalar estos parques en zonas cercanas a poblaciones, entornos de espacios protegidos o de rutas de aves migratorias. Ahí está Dinamarca, pionera en este tipo de energía, y donde son muy respetuosos con la sociedad y con el medio ambiente. Dinamarca construyó el primer parque eólico en 1991, y hoy el 50% del consumo eléctrico familiar viene de esta energía.
Montar un parque eólico en el Espigón de Huelva es una tremenda equivocación porque incide negativamente en la migración de las aves, en el paisaje, en la playa del Espigón y en la localidad turística de Mazagón, que verá arruinado su futuro por culpa de estos molinos. Hay estudios europeos que demuestran que en las poblaciones cercanas a los parques, el turismo se ve reducido en un 40%, y los terrenos y viviendas pierden un 30% del valor de su tasación.
El parque que Corporación Eólica de Huelva pretende instalar en el Espigón no es un parque marino como se nos quiere hacer creer, sino un parque terrestre. Los parques marinos se ubican mar adentro, a varias millas de la costa y no son visibles desde tierra.
¿Por qué no se instala mar adentro? La viabilidad económica de un parque depende de su ubicación. Los parques se conectan a tierra por cables submarinos enterrados para evitar los daños que puedan ocasionar los barcos. Los costes del proyecto se disparan si la infraestructura eléctrica está muy distante. El parque del Espigón se ha pensado buscando la cercanía de la red.
José Antonio Mayo Abargues