04 enero, 2019

RECORDANDO EL PASADO. Debido a una plaga, se da por perdida gran parte de la cosecha de vino de Moguer

Plaza del Marqués (Moguer).
En Moguer (Huelva), uno de los centros productores de vino más importantes de Andalucía, avanza tanto el oídium en algunas viñas, que se da por perdida gran parte de la cosecha.

La opinión, 1 de julio de 1980

El oidium en España: la primera gran plaga americana del viñedo. Difusión y consecuencias 1850-1870 (Resumen)

El oidium, la primera plaga criptogámica de la viña, es originaria de Norte América y recibe el nombre de Oidium tuckerii por el jardinero Mr. Tucker que fue el primero en notar su presencia en Londres en 1845. La plaga se propagó en 1848 a París y en 1851 a Bordeaux, Porto, Valencia, Rosselló y Rheinfalz, y en 1852-1853 al resto de Europa, donde provocó de forma generalizada un fuerte descenso de la producción y de la calidad del vino. Su desarrollo y difusión requiere un tiempo húmedo y cálido, entre 20 y 27 ºC, y sólo puede ser controlado mediante la aplicación preventiva de azufre, remedio que empezó a ser utilizado después de la desastrosa cosecha de 1854. Este artículo trata de la difusión espacial del oidium en Europa y, de forma detallada, en España, donde las regiones litorales fueron las más perjudicadas debido a la humedad (Galicia, Cataluña, Valencia, Málaga). También son analizados sus efectos sobre la producción, los precios y la exportación de vinos entre 1850 y 1870.

El oídio

El oídio de la vid es una enfermedad provocada por un hongo que inverna en las yemas, en los sarmientos, las hojas y la corteza de las cepas.

Al oídio se le conoce también por otros nombres según la región geográfica; otros nombres por los que se conoce este hongo de la viña son: ceniza, cenicilla, polvillo, polvo, cendrada, cendrosa, sendreta, malura, roya, blanqueta, oidi, oidium…

El oídio puede atacar a cualquier parte verde de la vid.

Hojas: Los síntomas pueden aparecer tanto en el haz como en el envés, en ambos casos suele observarse un polvillo blanco ceniciento, que puede limitarse a algunas zonas, o bien ocupar toda la superficie de la hoja.

Brotes y sarmientos: los síntomas se manifiestan por manchas difusas de color verde oscuro, que van creciendo y que pasan a tonos mas oscuros al avanzar la vegetación y hasta negruzcos según aumenta la lignificación de la viña.

Racimos: al principio aparecen como un cierto polvillo que recubre en poco tiempo todo el grano.

Los daños producidos por el oidio más importantes se localizan en los racimos, pues el hongo del oídio detiene el crecimiento de la piel del grano, por lo que es frecuente que se agriete, produciendo unos daños directos en la cantidad y calidad de la cosecha.

Los ataques fuertes también ocasionan un mal agostamiento del sarmiento con la consiguiente disminución de la acumulación de reservas en las yemas.