27 enero, 2008

Antena de telefonía junto al Instituto


Publicado en El Mundo el 26 de enero de 2008
La instalación de una antena repetidora de telefonía móvil junto al Instituto de Secundaria de Mazagón, ha sembrado la alarma entre la población. El nuevo polideportivo, que está a punto de abrir sus puertas, una guardería próxima y todas las urbanizaciones adyacentes, se verán también afectadas por las radiaciones electromagnéticas de esta antena.
No podemos renunciar al avance de la tecnología y a todos los beneficios que ésta aporta a la humanidad, pero debemos rechazar cualquier producto o actividad que sea susceptible de repercutir en la salud de las personas. El teléfono móvil es un extraordinario invento de la comunicación del que ya no podemos prescindir, pero esta nueva revolución del siglo XXI tiene un alto precio: la salud de todos nosotros.
La proliferación de antenas en las proximidades de núcleos de población está causando un impacto social por los riesgos que entraña para la salud debido a las radiaciones que emiten. Las compañías instalan las antenas en cualquier lugar físico, siempre que sea un punto clave que les garantice una buena cobertura, anteponiendo los intereses económicos a la salud de los habitantes.
En la Edad Media cuando una persona caía enferma se culpaba a los malos espíritus, a las brujas o al diablo. Hoy, afortunadamente las enfermedades se estudian, y gracias a esos estudios podemos saber que las radiaciones electromagnéticas no son inocuas, sino altamente peligrosas, y que son la causa de numerosas enfermedades, algunas de carácter irreversible. Cada vez son más los científicos que lo afirman y algunos médicos ya han empezado a emitir informes sobre pacientes afectados. Los efectos de las radiaciones sobre el organismo son numerosos: dolor de cabeza, insomnio, hipertensión sanguínea, náuseas, fatiga, estrés, mal humor, disfunciones sexuales, pérdida de memoria, asma, tumores cerebrales, aumento del riesgo de cáncer y disminución de las defensas naturales del cuerpo frente a cualquier enfermedad. En distancias cortas, las radiaciones provocan un calentamiento del cuerpo, llegando a subir la temperatura corporal un grado centígrado. Estos efectos no pasan desapercibidos para la justicia, y ya son muchas las antenas que se han desmantelado en cumplimiento de sentencias judiciales
Las compañías de telefonía móvil no pueden negar que las antenas repetidoras tienen efectos nocivos para la salud, ya que la licencia de instalación viene regulada por el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas.

José Antonio Mayo Abargues