En el rugir de un
motor, sobre las dos ruedas y con el viento soplándole en la cara, es donde
encuentra su paz. Así podría resumirse la filosofía de vida de José Javier
Vicario Barreiro, más conocido en Mazagón y el mundo motero como ‘Pepe Cuervo’.
Con casi 65 años, este
sevillano criado en Ceuta y vecino de Mazagón desde hace más de dos décadas,
representa el espíritu de la vieja escuela del motociclismo: libertad,
camaradería y autenticidad.
Pepe ha sido la cara
visible del Motoclub El Faro de Mazagón, una hermandad motera que acaba de
celebrar su decimocuarto aniversario. «Montamos
el club tres amigos hace 14 años porque en Mazagón no había nada parecido.
Queríamos algo familiar, sin jerarquías reales, donde todos somos iguales y se
decide por consenso. Nuestra intención siempre ha sido mostrar Mazagón como un
lugar ideal para venir en moto los fines de semana, hacer ruta y conocer los
bares de la zona. Creo que, en cierta medida, lo hemos conseguido y los fines
de semana se suele ver gente en moto por el pueblo», explica.
Cada segundo sábado de
junio celebran su aniversario, una cita convertida en punto de encuentro para
moteros de toda la provincia, Portugal e incluso más allá.
Su historia con las
motos comenzó con un Vespino en la adolescencia, pero no fue hasta la «crisis
de los 40» cuando se entregó plenamente a su pasión. «Empecé con una 125, me recorrí media Andalucía con ella. Luego pasé a
una Harley, que me dio problemas, y me compré la Honda Shadow 750 que tengo
desde hace nueve años. No me ha dado ni un susto», cuenta con orgullo.
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